Hacia como 27 años que no visitaba la zona. Por supuesto que ya no se parece ni tantito a la que conocí. El paso del tiempo, en lugar de envejecerla, la hizo más joven. Ahora luce corredores, pasillos, escaleras, terraplenes para acampar y hasta habitaciones de hotel.
En su afán por incrementar el turismo, la han querido domesticar y algo han conseguido. Aquellas pozas naturales, han desaparecido y sólo hay unas “alberquitas” que han hecho con piedras a manera de represas.
Sólo la “gruta” y el “túnel” se mantienen intactos y eso hace que esto valga la pena el largo recorrido hasta la zona.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario