viernes, diciembre 17, 2010

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Esto de lastimarse la rodilla no deja nada bueno. Adicionalmente a la molestia que me impidió jugar los últimos partidos de la temporada con la confianza necesaria, están las medicinas, las pomadas, las horas de rehabilitación, las consultas con el médico y, en este momento, la espera para que me hagan unas radiografías de mis rodillas.

Más tarde ire a terapia y por la tarde después del horario de trabajo, a cosulta. Aprovecharé la ocasión para solicitarle al doc que me mande con el nutriólogo para bajar de peso y con ello disminuir el impacto a mis rodillas...

A pesar de las "molestias" antes descritas, todo lo anterior bien vale la pena, para que pueda seguir jugando basquetbol.

Por cierto, ya aprendí a poner acentos... :o)

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