•••••
En el plantel en el cual cursé la secundaria, la lengua extranjera que se enseña es el francés. Lo estudié con la responsabilidad y gusto que un individuo en edad adolescente alcanza a tener.
Durante el bachillerato lo estudié durante cuatro semestres, lo que hace un total de cinco años creo que de manera exitosa. Me gustaba y tenía buena pronunciación. No continué con mis estudios de francés. No los necesitaba, no me hacían falta para mi vida laboral futura.
Cuando ingresé a la facultad me di cuenta que el conocimiento del inglés era (y es) muy importante para poder estar al día, no sólo en los temas referentes a mi futura profesión sino también para poder operar efectivamente los equipos de cómputo.
Esto constituyó una desventaja para mí durante años. Incluso en alguna ocasión perdí una buena oportunidad de trabajo: exámenes de personalidad, de habilidades y técnicos me pusieron en competencia con otro aspirante. Al final perdí por “no saber inglés”
Formalmente inicié mis lecciones de inglés a la edad de 26 años. Estudié tres veces cursos básicos y una vez un curso pre-intermedio. Actualmente estudio dos horas por semana (siempre y cuando mis actividades en el trabajo lo permitan) con una profesora que viene a mi trabajo.
Ahora me siento con la confianza de tener una conversación simple y orgulloso de “darme a entender” en una lengua extranjera... y sobrevivir solo durante siete días en Nueva York.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario