Hoy tenía juego de básquetbol, como todos los domingos, pero como ayer me quedé a dormir en la casa de mi mamá, Sebastián y Milena se "enteraron" que me iría al juego. Sebastián pidió permiso a su mamá para ir conmigo y justo cuando ya nos íbamos, Milena dijo que también quería ir. Por supuesto que me llevé a los dos.
En el camino de ida me acordé que cuando Claudia tenía la edad de Milena, cuatro años, yo la llevaba conmigo a mis partidos. Treinta años después, mira de lo que me acordé y por supuesto que me dió mucho gusto darme cuenta que pese a los años, sigo jugando básquetbol.
La diferencia fué que al terminar el partido, hace treinta años, yo tomaba de un sólo trago un sidral mundet y ahora Milena, se tomó mi gatorade...
domingo, septiembre 13, 2009
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