A mi hermana Aída y a mi nos tocó “ir” a la primaria siempre en la compañía, por lo menos, de un hermano, con las ventajas y desventajas que ello implica. Una de las ventajas es que siempre ibas acompañado aunque casi siempre salíamos tarde rumbo a la primaria.
Mi mamá ponía el radio en la estación que daba minuto a minuto, la hora, en la que la voz de dos hombres se la pasaban haciendo comerciales y cerca de cumplirse el minuto decían: “Haste, Haste (una marca de relojes) la hora de México: son las siete horas cincuenta y seis minutos, siete cincuenta y seis ” seguido por un piiiiiip.
A los que íbamos a la primaria siempre no pasó lo mismo: teníamos que salir corriendo para llegar a tiempo. El colmo de la tardanza fue el 03 de enero de 1974. Recuerdo claramente como mi mamá peinaba a Leticia cerca de las 08:15 horas (en época de invierno entrábamos media hora más tarde) y Claudia nació a las 08:30 horas, quince minutos después…
Creo que las salidas a destiempo acabaron cuando empezamos a ir a la secundaria. A la fecha creo que todos aprendimos la lección que ir a la primaria nos dio. Mis hermanas y yo ahora somos muy puntuales.
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No cabe duda lo desvegonzados que resultan ser el pelele y su pandilla: las carreteras rescatadas (rescate para los empresarios y populismo para los pobres) hace diez años serán devueltas" (!) a empresarios. Se conseguirá dinero ''de un solo golpe'' para evitar ''hacerle más apretadas de tuercas al presupuesto'' según el espurio. ¿No es indignante? ¿Hasta cuando vamos a soportar estas humillaciones para el pueblo?
La Rayuela revira: Está bien, señor Presidente. Sí habrá dinero "de un solo golpe". ¿Para quién?
1 comentario:
Rubas:
En la estación de radio donde daban la hora, decían:
La hora del observatorio, misma de Haste. Haste la hora de México: diez cuarenta y siete... piiiiii.
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