Ayer fue uno de esos días especiales. Mis (viejos) amigos karis y sus hijos llegaron a la casa, con dos intensiones: saludarnos y poner nuestra ofrenda. Ambas se lograron. La primera gracias a todos y la segunda principalmente a Pit.
El adicional, fue recibir a tres miembros del grupo 1-1, nuestros rivales... aunque Hugo dijo que eran nuestra competencia, Pit y yo estuvimos de acuerdo en que competencia, competencia, la verdad pues no...
Aunque nos la pasamos bien y cada vez somos más los que nos reunimos, siempre queda la extraña sensación de que nos siguen haciendo falta los que no fueron.
domingo, octubre 31, 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Y Aarón y Jorge si llegaron o nomás puras pérdidas con ese par?
Gracias Rubas por recibir a toda la banda; aunque se extraña a los que no llegaron yo siempre termino estas reuniones con una sensación de felicidad.
Publicar un comentario