lunes, junio 08, 2009

En el pais de no pasa nada

Entre triste e indignante lo que sucedió en Hermosillo... ¿la causa? La rapacidad vorraz de unos y el contubernio de otros... tal y como lo narra Julio Hernández, en el "Astillero" de hoy. El texto en negritas, es cortesía de un servidor.

"Lo que sucedió en la capital sonorense es una combinación de las políticas depredadoras del neoliberalismo (la entrega de lo público a lo privado, para sustituir el interés social por el afán de lucro) y de la corrupción terrible que han practicado las administraciones priístas y que han superado en cinismo y voracidad los miembros de la elite panista y sus aliados electorales (Bours, en combinación con Elba Esther Gordillo, aportó cuotas de defraudación electoral en 2006). Las guarderías infantiles son un botín económico (y político, como en la Sedeso de Chepina Vázquez Mota, que puso a Lía Limón como directora de políticas sociales y entregó recursos para montar estancias infantiles a cuadros panistas; Lía, ex esposa de Luis Carlos Ugalde, ahora es candidata a diputada federal), entregado a cercanos y favoritos a los que se dan participaciones federales para que las apliquen a los programas anunciados, pero esos concesionarios, metidos en el negocio de compartir ganancias por fuera con los políticos concesionadores, ahorran de mil maneras para quedarse con más ganancias y repartir hacia las alturas o invertir en campañas electorales. Por eso se pueden ver bodegas habilitadas como guarderías, en zona explosiva, con techos de poliuretano, sin extinguidores ni salidas de emergencia, y todo es supervisado y aprobado por los amigos, como el negociante Karam, miembro del círculo íntimo del felipismo, habilitado como director del Seguro Social. Es la misma historia de Pasta de Conchos o del News Divine, con el mismo riesgo de impunidad y cinismo".

Y de remate lo publicado por Enrique Ochoa en "Dinero"...

El jefe de Bomberos del municipio, Martín Lugo, difiere: aunque hay alarmas contra incendios, no se activaron porque no estaban colocadas en lugares apropiados. El siniestro, dijo, habría iniciado en una bodega contigua. La tragedia sobrevino cuando el humo entró por la losa de la parte superior a la estancia y, debido al calor, se derritió el techo falso de poliuretano, que primero empezó a despedir un gas que intoxicó a los niños y luego cayó sobre ellos. Los padres de familia tienen su propia versión: ellos mismos tuvieron que hacer agujeros en las paredes a mazazos y con sus autos para auxiliar a los menores, porque no podían abrir el acceso principal ni las supuestas puertas de emergencia. Si acaso, tenían un extintor (...) No había salida de emergencia. La Procuraduría General de la República ya atrajo el caso a fin de que se archive convenientemente".

Ya lo dijo de la madrid, este es el país de la impunidad, ni duda cabe

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