Recién el domingo Claudia me recordó que a Gerardo su mamá le había prodigado algunos "extraños cuidados" sugeridos por algunas monjas, suponemos, para que el eclipse no lo "eclipsara", pues sólo nació dos días antes.
“El 11 de julio de 1991 tuvo lugar un eclipse total de sol que cubrió prácticamente todo el territorio de la República Mexicana; en veinte estados del país se observó su fase total, y la parcial en el resto del territorio. Su duración fue de 7 minutos, la sombra tocó Baja California Sur a las 12 horas con 46 minutos (hora central), a las 13:06 el estado de Nayarit; llegó a la Ciudad de México a las 13:24 y abandonó el territorio nacional, por el estado de Chiapas, a las 13:43.
Debido a la gran extensión que cubrió la franja de obscuridad, que incluyó lugares densamente poblados del país, se estima que el fenómeno fue visto por un número aproximado de 50 millones de personas”
Hoy cumple la mayoría de edad y, cualquier fechoría que cometa de ahora en adelante, irá a parar a prisión.
Esta es la foto más reciente que tengo de él…
2 comentarios:
Rub: recuérdame por favor, ¿a Gerardo qué jabón lo patrocina? Saludos.
Ora, ora, como dicen por ahí... Y a qué hora nos vimos el domingo? Luego porqué se hace los chismes. Dicen que cuando llegaba tú te ibas pero no nos telepateamos. No recuerdo ese detalle de las monjas pero sí de ese día: era gordo y apretado de la cara, con un trajecito de punto, azul. El eclipse: una de las cosas más padres que he vivido.
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