miércoles, agosto 04, 2010

Tortillas

Una de mis más grandes responsabilidades cuando iba a la primaria era, después de estudiar, ir a las tortillas. Como a eso de las dos de la tarde, servilleta y dinero en mano, me dirigía a la calle de plomo a comprar el kilo de tortillas que más tarde deboraría en compañía de mis hermanas.

Sin embargo, esta actividad no estaba libre de peligros. Recuerdo un par de ocasiones en las cuales las tortillas salían volando de mis manos e iban a dar al suelo, esparcidas en una área bastante amplia. Por supuesto que las recogía y hacía lo mejor para que no se notara algún rastro de tierra y, por supuesto, tratar de recuperar el color para que al llegar a casa nadie notara mi angustia y la disminución en el consumo de tortillas ese día...

Al paso de los años fui relevado de esa altísima responsabilidad y ahora sólo de vez en cuando, voy a comprar un kilo de tortillas...

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