jueves, enero 11, 2007

El libro "DF"

El lunes pasado La Jornada publicó en la sección de cultura un artículo que tituló “Retrata DF "con ojos de niño", el plantón contra el fraude electoral”. El primer libro sobre la histórica movilización social derivada del conflicto electoral de 2006 ha sido publicado recientemente. Lleva el simple título de DF y su autor es el periodista y escritor sonorense Carlos Sánchez (Hermosillo, 1971). Se trata de un conjunto de crónicas realizadas durante el plantón llevado a cabo por los seguidores de Andrés Manuel López Obrador ­entonces candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos­ en el Zócalo y Paseo de la Reforma, como parte de las acciones de la denominada resistencia civil pacífica contra "el fraude electoral".

Al final de la nota dice que “Los libros publicados por La Cábula tienen una circulación restringida, pero "llegan a las manos que tienen que llegar". Se consiguen en venta directa con Carlos Sánchez o en un par de librerías de Hermosillo”.

Le escribí entonces a Carlos para solicitar su libro, me comentó que no había ya en existencia y después de un par de correos me envío su libro en “electrónico”. Solicité entonces su autorización para buscar promover su obra a través de este blog y mientras consigo como hacerlo, hoy publicaré una parte de su libro aquí.


De la marcha al Zócalo a la objetividad como falacia

Es un río de pasos que desembocan en el Zócalo. A cada minuto que pasa, la corriente arrecia. Y más ríos nacen.


La democracia en este día, más que demagogia, significa resistir, protestar, juzgar, sentenciar.

La raza lo aprendió y ahora no hay funcionario que no sea vigilado por muchos de los que emitieron el sufragio.


Los pasos retumban en el cuerpo, las voces se agolpan en las aceras, en las paredes, contra el pavimento. Las consignas se diversifican, el pueblo es creativo, empero las frases van hacia un mismo objetivo: forzar al sistema político para que la legalidad cobre fuero: contar voto por voto es la exigencia.

Vámonos pa’l sur

Tirar la rutina, acatar la consigna ideológica y treparse en el autobús. Y apoyar la causa de Andrés Manuel López Obrador, de los mexicanos que sí cruzaron sobre el amarillo de la boleta.
Guadalupe Gamboa vive en Carbó, Sonora, su oficio temporal, junto a su marido y sus hijos, es vender pitahayas.
Las cortan a media noche, cuando el calor disminuye, o para que no se anticipen los otros mercaderes de pitahayas.

Las más recientes ganancias le dieron la posibilidad de viajar al Distrito Federal, 400 pesos le costó el viaje de ida y vuelta, con dos días de hospedaje: los del PRD pusieron el resto.

Guadalupe es introvertida, platica despacio, su mirada es vestigio de resistencia, y con frases cortas dice que ella va al Zócalo para “apoyar al que ganó”.


Cuando Guadalupe desciende del camión su rostro expresa una mueca de reposo, 32 horas de camino le clavaron un dolor en la cabeza, y a su hija un dolor en la espalda y las piernas. Mañana llegará el momento esperado, cumplir el sueño de tocar las manos de Andrés Manuel, “porque él es el único que nos puede ayudar”.

Allá van, las horas se fueron rápido, Guadalupe y su hija están puestas para unirse a la marcha, la madre con camiseta amarilla, la hija con una bandera cuyo sol azteca está impreso y le hace suyo el movimiento, el reclamo, la manifestación de los muchos que creen en el Peje.

Dejo la liga de donde lo pueden descargar, con la aprobación del autor

http://s29.quicksharing.com/v/1469731/D.F.COMPLETO.doc.html

. . . . .

Ayer tomaron cargo de las presidencias de sus respectivos países Hugo Chávez de Venezuela y Daniel Ortega de Nicaragua y pese a que la prensa mexicana alineada con el gobierno usurpador publica aquí va la nota de La Jornada:

Managua, 10 de enero. En su primera gira internacional, el pelele tuvo sus primeros acercamientos con mandatarios de izquierda de la región, pero no recibió las mejores señales. En la ceremonia de asunción del comandante Daniel Ortega, se olvidaron de entregarle la Medalla al Mérito Latinoamericano ­lo que fue corregido cuando estaba a punto de retirarse­, además fue ubicado hasta el final de la hilera de mandatarios, al extremo opuesto de Hugo Chavez y de Evo Morales, los invitados estelares, como el propio líder sandinista hizo ver.

En su estancia de menos de 12 horas en este país, el espurio y Chávez se saludaron brevemente y ­según la presidencia ilegitima "intercambiaron felicitaciones" cuando se encontraron en el salón donde fueron reunidos los 15 jefes de Estado que asistieron.

Por cierto, al final de la toma de posesión cantaron la siguiente canción, la cual me dio mucho gusto escuchar...

El pueblo unido, jamás será vencido,
el pueblo unido jamás será vencido...
De pie, cantarque vamos a triunfar.
Avanzan yabanderas de unidad.
Y tú vendrásmarchando junto a mí
y así verástu canto y tu bandera florecer,
la luz de un rojo amanecer
anuncia ya la vida que vendrá.

De pie, lucharel pueblo va a triunfar.
Será mejorla vida que vendrá
a conquistar
nuestra felicidad
y en un clamor
mil voces de combate se alzarán
diráncanción de libertad
con decisiónla patria vencerá.

Y ahora el puebloque se alza en la lucha
con voz de gigante
gritando: ¡adelante!
El pueblo unido, jamás será vencido,
el pueblo unido jamás será vencido...

La patria está
forjando la unidad
de norte a surse movilizará
desde el salar
ardiente y mineral
al bosque austral
unidos en la lucha y el trabajo irán
la patria cubrirán,
su paso ya
anuncia el porvenir.

De pie, cantarel pueblo va a triunfar
millones ya,
imponen la verdad,
de acero son
ardiente batallón
sus manos van
llevando la justicia y la razón
mujercon fuego y con valor
ya estás aquí
junto al trabajador

No hay comentarios.: