Sin gas

Año Chicuei Ácatl, Veintena Ochpaniztli, Dia Matlactli Mázatl

Cuando me metí a bañar, comprobé que no teníamos gas. Sólo había dos alternativas: bañarme con agua fría o no hacerlo. Evidentemente tuve que optar por la primera opción. Mientras el agua fría caía sobre mi cabeza y espalda recordé las cientos de veces que en campamentos, acantonamientos y eventos diversos, cuando nos bañábamos en agua fría.

Especialmente recuerdo la ocasión en que nos bañamos en un lugar, mítico para muchos de nosotros: La Presa Iturbide.

Recuerdo que de manera “democrática” realizamos una votación. Si por lo menos uno de nosotros quería bañarse, todos lo haríamos… por supuesto que todos esperábamos no bañarnos, pero uno entre todos votó a favor y tuvimos que meternos a las gélidas aguas de la presa.

Algunos optaron por bañarse de a jicarazos y otros nada más que lavarse la cara. Otros se metieron al río. Yo decidí enjabonarme completamente y después tirarme un “clavado” para quitarme el jabón. Todavía recuerdo que sentí como si miles de alfileres se clavaran en todo mi cuerpo y al salir del agua, un intenso calor.

Nada nos pasó, nadie enfermó por el hecho y si nos llenamos de una muy agradable experiencia. Por supuesto que en nada se parece aquel baño, al de hoy por la mañana<