martes, junio 10, 2008

“Hablan las actas”

Año Chiconahui Técpatl, Veintena Tóxcatl, Día Chicome Osomatli
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Ayer apareció este texto en la revista Proceso, ante la reciente publicación del libro 2006: HABLAN LAS ACTAS: LAS DEBILIDADES DE LA AUTORIDAD ELECTORAL MEXICANA.


Ahora, a dos años de esa elección, aparece una rigurosa y exhaustiva investigación de José Antonio Crespo, experto en materia electoral y con una acreditada solvencia moral, que exhibe el “desaseo” y parcialidad de los magistrados para validar la elección presidencial y dar como ganador a Calderón.En 2006: Hablan las actas. Las debilidades de la autoridad electoral mexicana, una de las muchas conclusiones de Crespo, profesor del Instituto de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), es que el triunfo de Calderón no se sustenta “lógica y aritméticamente”, como lo aseguró el dictamen del TEPJF, después de desahogar las impugnaciones.--¿Entonces calderón no ganó? --le pregunté.--La respuesta no es “no ganó” Calderón, así solita, porque entonces implicaría que ganó López Obrador --dijo Crespo. Y enseguida soltó: “No se puede saber quién ganó, no sabemos cuál fue la voluntad mayoritaria de los ciudadanos.”Se trata de una frase lapidaria por cuanto significa para una democracia la falta de certeza de cuál fue, auténticamente, la voluntad mayoritaria de los ciudadanos y lo que implica en términos de legitimidad para, por ejemplo, llamar a la sociedad --con verdadera autoridad moral y política-- a combatir, junto con el gobierno y todas las instituciones del Estado, a la delincuencia. Crespo revisó lo que nadie hasta ahora: 63 mil de las 130 mil actas de casilla en 150 de los 300 distritos electorales del país, es decir, la mitad de casillas y distritos, una muestra que, por sí sola, arroja resultados esclarecedores sobre la elección.El principal es que, como él mismo lo dijo, ni Calderón ni López Obrador ganaron la elección, sino que no se puede saber el verdadero resultado porque, conforme a su investigación, existen 316 mil votos “irregulares” --es decir, los que no pudieron justificarse ni depurarse, porque no se abrieron los paquetes electorales-- son mayores al número de sufragios de ventaja del supuesto ganador, que oficialmente fue de 233 mil 831, equivalente al famoso .6%.

Éste es uno de los primeros trabajos con objetividad e imparcialidad sobre las elecciones de 2006. Esta obra favorece la claridad y equidad en los procesos democráticos. Es un notable esfuerzo para combatir el olvido: no se trata de involucrarse en una interminable y anacrónica carrera de acusaciones polarizantes; más allá de los personajes, el interés de José Antonio Crespo está en las instituciones electorales y en el cuestionamiento de su credibilidad de cara al futuro.

Habrá que leerlo…

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