domingo, agosto 16, 2009

De viernes a domingo

Desde el viernes iniciaron las sorpresas. Son de esas raras ocasiones en que te suceden muchos eventos en poco tiempo, desde una inesperada lluvia de granizo, una fiesta con tres familias, un sorpresivo regreso al equipo de basquet y el nacimiento de un integrante más de este planeta.

Todo inicio el viernes cuando llegué a la casa. Al entrar al pueblo vi cuando una persona le "lanzaba" algo a otra pero no le di importancia. La sorpresa me la llevé al bajar de mi carro.


Bajo esa densa capa de hielo, sólo hay pasto, aunque evidentemente no a la vista. Esta capa permaneció ahí hasta el medio día siguiente cuando el sol la derritió.

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