Ética y política

Año Chiconahui Técpatl, Veintena Xocothuetzi, Día Yei Osomatli
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El pasado sábado recibimos una par de invitaciones por parte de un vecino que trabaja para el municipal.

La primera para asistir el lunes al palacio de gobierno de Lerma a la fiesta que se ofrecería posterior al grito de independencia y la segunda para el martes, a una charreada-comida organizada en el municipio de Huxquilucan. No fui a ninguna de las dos por dos razones: mis principios éticos y mis principios políticos.

Lerma y Huxquilucan están “gobernados” por el pri y como milito en la oposición, no asistiría a una “fiesta” organizada por mis adversarios políticos. Por otro lado, mi ética me impide asistir, pues el costo de los eventos es a cuenta del erario público, es decir, de todos los ciudadanos que pagan sus impuestos… y no por los “organizadores”.

Supe después de los excesos y de los cientos de “gorrones” que asistieron. Recordé las palabras que constantemente repite Andrés Manuel: “Es inmoral que haya un gobierno rico y un pueblo pobre”, que algunos derrochen (lo que no es suyo) cuando millones carecen de lo elemental.