miércoles, septiembre 20, 2006

De domingo a martes

El domingo por la mañana fuimos a desayunar a Hierro. Estuvimos hasta las 12:00 horas acompañando a mi papá.

Casi intencionalmente no había sido claro al momento de escribir sobre mi papá. Ahora lo hago. Tiene cáncer pulmonar. Su enfermedad es terminal, es decir, ya no se recuperará. Es por eso que cuando puedo ayudo con actividades del “Taller de imprenta” mi primer trabajo formal y el más largo que he tenido. Trabajé en él alrededor de once años, hasta el día que mi papá me dijo: “Tu puedes ganar más dinero si empiezas a trabajar en lo que has estudiado, si quieres probar ve. Si no te va bien, pues aquí está el taller para que puedas trabajar en él” y me fui… y ya no regresé… aunque, paradójicamente, nunca lo dejé, nunca dejé las enseñanzas.

Ahí aprendí “a ser responsable, a trabajar, a dejar limpio mi lugar de trabajo, a no llegar tarde y a entregar a tiempo el trabajo” entre otras enseñanzas de mi papá. Gracias por toda la enseñanza papá.

Nos fuimos a la casa a Lerma y continuamos los arreglos y se nos acabó el día.

El lunes por la tarde me llamó Raúl, el marido de Claudia, mi hermana, para “invitarme a que me quedara a dormir en Hierro” y así pasó. El martes por la noche, después del trabajo y de las clases en la universidad, llegué a dormir. Cuando llegué estaba el señor Ricardo Zúñiga a quien mi papá solicitó que le hablaran pues había soñado con él.

Gerardo, mi sobrino se quedó a dormir con mi papá y conmigo en la sala del 5 de Hierro. La noche de mi papá paso en calma. Por la mañana me fui a trabajar. He decidido quedarme a dormir martes, jueves y, quizá sábados. Hemos hablado con Alexandra para ejecutar un plan… ya veremos el resultado.

El movimiento de resistencia civil pasa por un impasse. Los dirigentes están preparando las acciones, estaré atento a las indicaciones.

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