Mi cuñado Raúl

Hoy me saludó a través de la ventana mientras me bañaba, entonces recordé que lo conocí una noche cuando Claudia me pidió prestada una tienda de campaña. Como ese día no llevaba carro (no me acuerdo por qué) me llevaron a la Álamos.

Más adelante, cuando “le avisaron” a mis papás que vivirían juntos fue que pude conocerlo un poco más, durante las reuniones familiares. Después supe que comentaba libros y que escribía y me di cuenta que me gusta lo que escribe. De todos mis “cuñados” es al que ahora siento más cercano, quizá por la geografía. Aunque desde siempre me ha “caído” bien, ahora le tengo un especial aprecio pues ayuda en todo lo que puede a mi papá… es el inyectador oficial. Gracias Raúl.

Cuando iba hacia hierro, me mandó un mensaje Claudia. Había que recoger un trabajo. Al llegar llevé a mi mamá y a Gerardo (otro de mis “cuñados”) por él. Falta foliarlo, levantarlo, emparejarlo y pegarlo. Espero que Gerardo (mi sobrino) haga las últimas tres actividades, sino yo lo haré el jueves.

Desde hace un para de semanas a la fecha, mis contactos con las actividades de la resistencia civil son el sendero y La Jornada. En ésta última aparece una entrevista a Martí Batres. Transcribo una parte de ella: Ni los diputados ni los senadores tienen que sacarse la foto con él (hable del pelele). Debe haber mucha firmeza. Los diputados no tiene nafa que hablar con él, absolutamente nada, ni los senadores, menos los presidentes municipales.

En otra nota, el Marcos dice que el pelele no durará seis años por el descontento social generado por el fraude y las movilizaciones. Que así sea.