El gabinete y la visita

El viernes por la tarde de regreso a Lerma, escuché por la radio que Andrés Manuel había dado a conocer su gabinete. Reproduzco la nota aparecida en La Jornada:

El acto es de modestia extrema, juarista, que contrasta con la belleza porfiriana del Teatro de la Ciudad, antes Virginia Fábregas, restaurado durante el sexenio que agoniza por la administración de López Obrador. Poco después de las cinco de la tarde la escritora Laura Esquivel, ataviada con ropas tradicionales de los Altos de Chiapas, lee un breve y hermoso discurso.

Se trata de un equipo de seis hombres y seis mujeres con experiencia en la administración pública y la academia, que estará al frente de 12 dependencias cuyas funciones corresponden a las secretarías de Estado del gobierno federal pero ostentan nombres distintos: en vez de Gobernación, Relaciones Políticas; en vez de Relaciones Exteriores, Relaciones Internacionales; en vez de Hacienda y Crédito Público, Hacienda Pública, y en vez de PGR, Justicia y Seguridad.

Hay también innovaciones conceptuales, como en el título de la oficina que encabezará Luis Linares Zapata: Desarrollo Económico y Ecología, "para establecer equilibrios entre una cosa y otra", o en la que tendrá a su cargo Octavio Romero Oropeza: Honestidad y Austeridad Republicana, que no será contraloría del pejegobierno, sino del que intentará presidir Calderón, o en las que llevarán Raquel Sosa, "Educación, Ciencia y Cultura", y Marta Elvia Pérez Bejarano, "para el Estado de Bienestar".

Otros nombres no cambian, como los de las secretarías de Trabajo y de Salud, que dirigirán, respectivamente, Berta Luján Uranga y Asa Cristina Laurel, mientras a Laura Itzel Castillo (Asentamientos Humanos y Vivienda) y a Claudia Sheimbaun (Patrimonio Nacional) el presidente legítimo les encomendó carteras que estarán en el ojo del huracán, ya se verá por qué.

Entre las secretarías la que más llama mi atención por el nombre es la que estará a cargo de Octavio Romero: Honestidad y Austeridad Republicana. Me agrada que sean seis mujeres y seis hombres, pues Andrés Manuel siempre dijo que su equipo estaría integrado de manera equitativa.

Por la noche Diana, Gerardo, Tamara y yo, fuimos a Toluca. Los llevé a los tres a un billar a que conocieran los agradable que es jugarlo. Regresamos alrededor de las 22:30 horas.

El sábado, prácticamente nos dedicamos a los arreglos para la reunión del día siguiente. Fuimos, por vez primera, al tianguis que se pone los sábados a comprar lo necesario.

Más tarde conocimos el pueblo de San Pedro Tultepec, que se dedica a la fabricación de muebles de madera. Se localiza enfrente de Lerma “del otro lado” de la carretera. Me dio mucho gusto saber que tan cerca está este lugar. Compramos dos burós, cortineros y travesaños.

Ya para dormir vi una película de hace algunos años, “pulp fiction” la que no me gustó del todo, pero me entretuvo lo suficiente como para dormirme.

El domingo sólo nos dedicamos a preparar la comida y comprar lo que nos hacía falta. Tuvimos todo a tiempo. Los primeros en llegar fueron mi mamá, Claudia, Milena, Sebastián y Ramón. Del resto, unos estaban en las tiendas de Lerma y los Jiménez venían de Cuautla.

Más tarde cuando encendíamos el carbón para la comida, llamó Lara que su carro se había descompuesto cerca de Santago Tianguistenco. Paola y yo fuimos por ellos. Esto nos dio la oportunidad de conocer Ocoyoacac y pueblos “intermedios”

Nos regresamos Paola y yo con Lara. Cuando regresamos ya estaban Aida, Aída, Leticia y Edgar y ya estaban “comidos”. Un poco más tarde llegaron Laura y Gerardo con todo y su carro descompuesto.

Edgar nos regaló una botella de champaña, la cual aprovechamos para brindar por nuestra “nueva” casa. Mi mamá dio el discurso. Dijo “que disfruten mucho su casa y sean felices”
En dos tandas se fueron, menos mi hermana mayor, que se quedó en la casa para componer su carro. Creo que el evento salió bien… las fotos las pondré mañana… un error técnico lo impide: olvidé el conector.

Para documentar nuestro optimismo: dos noticias aparecen hoy en La Jornada, de esas que en los discursos oficiales no aparecen: “El poder adquisitivo del salario mínimo cayó 22 por ciento en el sexenio de fox” y “Aumentó el déficit acumulado en la balanza comercial durante el foxismo, mayor en 423% con respecto al de la administración de Ernesto Zedillo”. Estos son los genios que “gobiernan” el país.