miércoles, febrero 06, 2008

El día previo

Año Chicuei Ácatl, Veintena Tititl, Día Macuilli Malinalli
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Durante un par de semanas estuve comprando algo de equipo para la travesía: mochila, botas, sleeping y bajo sleeping, pese a tener todo lo anterior. Sucede, sin embargo, que la tecnología avanza también en los deportes de montaña y mi equipo tiene una edad de diez años.

El viernes me quedaría a dormir en Hierro, pues la cita para salir hacia Puebla era a las 06:00 horas en la central de autobuses “Tapo”.

Además de lo indispensable, quería llevar una chamarra, botas, tenis, tienda de campaña, por lo que mi mochila de 40 litros + 10, me parecía insuficiente. Por lo que decidía que al salir del trabajo, fui a “Séptimo grado” una maravillosa tienda, que está en la colonia Condesa.

Entonces cometí el error. Me baje rápidamente de mi carro y entré a la tienda. Me entretuve viendo y viendo y viendo… finalmente no compré nada… al salir la sorpresa, la desagradable sorpresa: mi carro, con todo, todo, todo mi equipo no estaba. El primer pensamiento: se lo robaron, el segundo: se lo llevó la grúa.

Regresé a la tienda a preguntar si sabían dónde estaba el corralón más cercano. Debió haber visto el propietario toda la angustia reflejada en mi rostro: me ofreció teléfono, hojas para anotar y todo su apoyo, el cual sigo agradeciendo.

Después de tres llamadas, contestar cientos de preguntas y más de 45 minutos de espera, el operador respondió: “no hay reporte de arrastre de esa unidad, le sugiero levante una acta”… peor me sentí. Mi tristeza y frustración crecían.

Entonces el dueño (a quien no tuve la decencia de pregunta siquiera su nombre) hizo una llamada, consiguió el número de un corralón, marqué y después de una larga, en verdad larga espera me dijo que en ese momento mi carro iba llegando… me dio el importe de la multa, los documentos necesarios para que lo entregaran y la hora: 08:00 horas del día siguiente, lo que casi significaba que me despediría de la travesía, además de tener que regresar a Lerma por la documentación solicitada.

Le llamé a Óscar para visarle y que mis posibilidades de asistir se habían disminuido. Me contestó: “La primera noche la pasaremos en Calpan, pos si nos quieres alcanzar, yo se que puedes”

Sus palabras me animaron…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Rubas:

Dobles felicitaciones: por recorrer la travesía y por no dejarte caer por este incidente. Estaré atenta a la narración, suena que estará buena.

jorge a. dijo...

Este post suena a la canción de Sabina, esa que dice: Y la puta grua se ha llevao mi coche...espero que no aplique lo de las ladillas jajajajaja.

Un abrazo y cuentanos la travesía.