Ayer hubo una reunión en la calle de 16 de septiembre, para evaluar el torneo bancario. Nos presentamos Angel y yo. Expusimos nuestros argumentos y se programó una reunión de seguimiento (?) para enero del 2007 (!).
Al salir de la reunión recorrimos los campamentos instalados en la calle de Madero a partir del Zócalo. Se aprecia mayor organización en todos sentidos: desde la comida hasta la vigilancia. Al recorrerlos vimos a personas informando a los transeúntes, a muchos observando atentísimamente los videos de Mandoki, carteles hechos a mano unos con demandas otros con apoyo a Andrés Manuel, personas jugando ajedrez, una declamando poesía y otras más tocando instrumentos musicales. En todas las personas se siente el compromiso y el ambiente huele a verbena.
En el campamneto de la delegación Cuauhtémoc vimos a Armando Barreiro (diputado federal electo) quien me pregunto por Leticia, mi hermana. Más adelante saludé a Arturo Pradel (a quien le reclamé por haber intentado disminuir en tres años nuestra amistad) y a Dolores Padierna.
Continuamos con destino al campamento de la delegación Benito Juárez, pero ya no llegamos. Casi frente a Bellas Artes estaba una persona interpretando canciones como El barzón, A la Patria, El piojito, La maldición de Malinche, No basta rezar, No pasarán... así es Gabino Palomares con una guitarra y un mal equipo de sonido, pero con mucha, mucha buena voluntad... y ya no llegamos al campamento de Benito Juárez.
Me quedo con el estribillo de una canción:
¡No, no, no nos moverán!
¡No, no, no nos moverán!
¡Y quien no crea, que haga la prueba!
¡No nos moverán!
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